• El almacenamiento de energía y el hidrógeno verde son dos áreas de grandes oportunidades de inversión en Chile, ambas vinculadas a la descarbonización. Y los engranajes están empezando a girar más rápido, particularmente en la esfera del almacenamiento, cuyos sistemas pueden proporcionar servicios de estabilidad en la red y abordar la reducción de los vertimientos de energía limpia durante las horas del día. Para conocer más al respecto, BnAmericas entrevistó a Ricardo González, gerente general de Anabática Renovables

La inversión en Chile presenta notables oportunidades en dos áreas clave: el almacenamiento de energía y el desarrollo del hidrógeno verde, ambas estrechamente ligadas a la iniciativa de descarbonización. Actualmente, se observa un incremento en la dinámica de estos sectores, especialmente en el ámbito del almacenamiento, donde los sistemas desempeñan un papel crucial al ofrecer servicios de estabilidad en la red y abordar la problemática de la reducción de vertimientos de energía limpia durante las horas diurnas. 

La regulación pendiente del almacenamiento se vislumbra como un factor determinante para delimitar el terreno de juego e impulsar aún más las inversiones, especialmente en instalaciones independientes. Para obtener más información al respecto, BnAmericas llevó a cabo una entrevista con Ricardo González. 

Parece que no hay consenso respecto al diseño de la licitación planificada por el gobierno. ¿Qué le parece la situación actual? 

Primero, hay que resaltar que es importante que se haga una licitación de almacenamiento para incentivar y acelerar la presencia de esta tecnología y sus beneficios sistémicos, al menos por una vez, para reducir la brecha en cuanto al desarrollo de sistemas de almacenamiento. 

El diseño actual considera dentro de los ingresos tarifarios la participación del cliente final. Esto es bastante riesgoso, puesto que, si aumenta la tarifa para la población, podría provocarse un malestar general que requiere bastante comunicación efectiva y disposición a asumir estos costos; por el contrario, si el costo disminuye, se deberían buscar mecanismos de compensación a los clientes finales, lo que en la práctica es poco factible. 

La licitación no es la única forma en que el Estado puede incentivar el desarrollo de esta tecnología; paralelamente se debe impulsar y actualizar la regulación de este segmento, ya sea en ingresos y participación en el sistema. 

Hay varios proyectos de almacenamiento en desarrollo. Parece que es crítica una cantidad óptima para asegurar cierto nivel de rentabilidad para atraer inversiones… 

Los sistemas de almacenamiento requieren recibir ingresos por diferentes servicios y así lograr ser bancables. En la actualidad, de los 64MW de capacidad instalada operativa a julio 2023, 52MW son capacidad de corta duración, de 15 minutos, respaldando la confiabilidad de la red, pero no participa en los mercados de inyección y capacidad. Dichos ingresos están sujetos a rendimientos decrecientes y no son estables en el tiempo, lo que dificulta la obtención de financiamiento. 

Si hoy en día estos proyectos no generan rentabilidad, o bien se diseñan para una solución en particular, no habrá beneficios en el sistema eléctrico y, por tanto, seguiremos con los mismos “dolores” de los últimos años, tales como el aumento del vertimiento a los generadores o un aumento de tarifas para los clientes finales. 

Para efectos de corto y mediano plazo, en los distintos instrumentos de mercado existentes (energía, potencia, expansión de la transmisión, servicios complementarios, etc.) se deberían incorporar sistemas de almacenamiento. Es fundamental que en la aplicación de dichos instrumentos estén situados de forma adecuada los incentivos necesarios para permitir su desarrollo y operación. 

¿Cuáles son las regulaciones que más se requieren? 

Claramente, la prioridad en este minuto es el reglamento de transferencias de potencia, el cual recién ingresó a la Contraloría General en noviembre. 

En segundo lugar, se debe iniciar la modificación del reglamento de coordinación y operación, que debiese ingresar a la Contraloría General en el último trimestre de 2024. En función de lo anterior, recién en el año 2025 se podría tener un mayor grado de certeza del marco regulatorio aplicable a estas instalaciones. Estos plazos constituyen como una barrera para el desarrollo de iniciativas privadas. 

Hay que recalcar que estas iniciativas son netamente gestión del Ejecutivo y no requieren aprobación en el Congreso Nacional con mayorías que muchas veces no se logran. 

En términos de proyectos de ley, se debe tramitar la ley de transición energética para impulsar el almacenamiento y estabilizar las tarifas y, por último, la tan aplazada reforma a la distribución eléctrica, que nos llevaría a un sistema eléctrico más flexible, más eficiente, con mirada al futuro y poniendo al centro al cliente final. 

Anabática está interesada en el área de hidrógeno verde. ¿Cuál es su opinión sobre este incipiente mercado? ¿En qué fase está? ¿Dónde podría haber oportunidades para la empresa? 

El sector del hidrógeno es ya importante en Chile. El mercado actual del hidrógeno tiene tres características que están a punto de cambiar de forma radical. En la actualidad, el hidrógeno todavía se obtiene en gran medida del reformado de combustibles fósiles, se utiliza casi en su totalidad como materia prima y se produce y consume principalmente in situ. 

Cada una de estas etapas de la cadena de valor debe someterse a una gran transformación para que el hidrógeno satisfaga su potencial y entre a ejercer el rol que le corresponde en el mercado de energías limpias. Su producción se moverá a usar fuentes de energía limpia y su consumo se ampliará a nuevos sectores; además, el hidrógeno y sus derivados pasarán a ser materias primas energéticas que se negociarán a escala internacional, como lo que se está dando hoy en la Región de Magallanes. 

Sin embargo, la trayectoria del crecimiento del hidrógeno verde no es fácil. Los dos temas más importantes son cómo producir hidrógeno verde y en qué sectores vamos a utilizarlo. 

Son muchos los obstáculos que deben superarse para ampliar la escala del hidrógeno verde: 

  • Los costos deben disminuir aún más y la producción debe intensificarse. 
  • Existe la necesidad de establecer normas, certificaciones y mecanismos de supervisión armonizados para la seguridad, la interoperabilidad y la sostenibilidad en toda la cadena de valor del hidrógeno limpio. 
  • Las economías en desarrollo deberían contar con herramientas financieras y tecnológica, de forma que puedan beneficiarse de las oportunidades que se presentan en términos de recurso, como es el caso de Chile y su recurso solar y eólico. 

Todavía existen retos importantes que superar, pero, si se hace de forma adecuada, Chile estaría participando en un nuevo mercado que tiene todas las posibilidades de convertirse en un mercado próspero y en donde podríamos participar esta vez como proveedores y no como compradores de energía. 

Anabática viene trabajando desde hace años con las tecnologías de producción de energía renovable, las cuales hoy son el pilar más importante de los proyectos de producción de hidrógeno verde y sus derivados. Hoy trabajamos con nuestros clientes en la optimización del recurso energético como parte primordial de los proyectos de hidrógeno verde que se están prospectando y desarrollando en Chile. 

Capitalizar en toda la experiencia que Anabática ha adquirido a lo largo de los años representa una nueva oportunidad en este mercado emergente para nuestra compañía. Es por ello que se creó la división de transición energética. Es allí donde hoy estamos dedicando todos nuestros esfuerzos. Queremos ser parte y trabajar con nuestros clientes para que, a través de sus proyectos, esta nueva economía se materialice. 

¿Qué les parecen las posibles cuotas de producción de hidrógeno verde en diferentes sectores? 

La creación de demanda de hidrógeno está muy por detrás de lo que se necesita para que el planeta esté en ruta con los planes de descarbonización. Los impuestos por emisiones de CO2 pueden ayudar a cerrar la brecha, pero no es suficiente. Definitivamente, son necesarios cambios en el valor de los impuestos a las emisiones de CO2, junto con medidas adicionales como subastas y cuotas de consumo de hidrógeno verde en actividades específicas donde las autoridades podrían tomar la iniciativa en sus áreas de influencia. Todo ello contribuiría a disminuir el riesgo para los inversionistas y hacer más factible el mercado del hidrógeno verde. 

Nuestra mirada de monitoreo de mercado en Anabática encuentra todos los días acciones orientadas a crear este mercado. En abril, India anunció que cubrirá el 10% de los costos de producción de los proyectos de producción de hidrógeno verde, comenzando en junio 2023. En Alemania, los proyectos de producción de hidrógeno verde conectados a la red no pagan servicios complementarios, etc. 

Hay muchas formas de empujar esta industria; solo tenemos que mirar a otros países. Estos incentivos se están dando no necesariamente en los países ricos, pero en aquellos que están comprometidos en participar en este espacio. 

Ver nota original acá: https://bit.ly/42sCFMm

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